El Senado aprobó el 24 de agosto la disposición provisional del sueldo mínimo. El ponente Jaques Wagner, líder del Gobierno en esa instancia legislativa, mantuvo el texto aceptado anteriormente en la Cámara de Diputados.
La orden temporal determina el valor de la nueva paga en mil 320 reales (unos 272 dólares), vigente desde el 1 de mayo.
El cambio significa un aumento de 2,8 por ciento con respecto a la cantidad fijada en la administración del exmandatario Jair Bolsonaro.
Una medida provisional tiene fuerza inmediata de ley cuando es firmada por el presidente del país, pero necesita ser aprobada por el Congreso en hasta 120 días para no perder su validez.
Congresistas criticaron en la sesión el plazo apretado para su aprobación, que caducaría este 28 de agosto y defendieron que el Senado tenga mayor rigidez al pedir que se analice con mayor rapidez.
El relator, diputado Merlong Solano, incluyó en el contenido la valoración permanente del salario mínimo, en los moldes del modelo adoptado entre 2007 y 2019.
Tal cálculo incluye, además de la inflación acumulada del año anterior, el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), garantizando que anualmente haya una valoración real del mínimo.
Otro punto incorporado en la redacción fue el aumento de la franja de exención del Impuesto a la Renta (IR) para persona física.
Por la nueva regla, son libres de declarar el IR el año que viene los trabajadores que tienen ingresos mensuales de hasta dos mil 640 reales (unos 542 dólares), el equivalente a dos salarios mínimos. Actualmente, el límite es de uno y medio.
La versión anterior del texto, aprobada en comisión especial, también contenía cambios en la tributación de aplicaciones financieras en el exterior, llamadas offshore.
Sin embargo, como no hubo acuerdo entre los líderes partidistas, el fragmento fue retirado.
El gravamen de las offshores será debatido por medio de un proyecto de ley, a ser enviados por el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo.
De acuerdo con la propuesta, quedarían libres de impuestos rendimientos de hasta seis mil reales (un poco más mil 230 dólares).
Para Lula, acrecentar esa mensualidad mínima resulta un compromiso con el pueblo brasileño, al tener en cuenta las nuevas formas del mercado y la invariable transformación en las dinámicas de trabajo. La promesa constituyó una de sus principales de campaña.
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