Primer mandatario de esa nación suramericana en recibir el título honorífico, Petro en su discurso de agradecimiento hizo un recorrido por la historia de su país, desde los primeros momentos de comienzo de la violencia, que abarca ya dos siglos, la introducción de la esclavitud, la inclusión social y la historia de un conflicto armado eterno y perpetuo.
En sus reflexiones, se interrogó si podríamos pasar a ser sociedades pacíficas, democracias profundas y multicolores. ¿Podríamos extinguir la palabra conflicto armado del mundo, con toda su complejidad? Se preguntó.
Para el mandatario, la respuesta está dada si la humanidad no resuelve su propia división violenta, y entonces podría reconciliarse con la naturaleza.
Lo estamos viendo con la guerra de Ucrania. Todos allá concentrados en Europa y en Estados Unidos en quién gana, moviendo armas, impidiendo procesos a ver si la OTAN se instala o no se instala, o si el imperio ruso se constituye o no. ¿Y la crisis climática qué? Avanza.
La guerra y la división entre la humanidad nos está quitando el tiempo del cronómetro de la existencia y de la vida.
Si nosotros tenemos una misión que es llevar este virus que llamamos vida, del cual somos la especie más desarrollada por ser inteligentes, a lo que nos rodea como planeta, pues solo lo podremos hacer si superamos nuestra propia división mortífera, nuestro reinado de la muerte.
Una misión, quizás, pero también puede ser un fracaso. Y el fracaso de esa misión, ni más ni menos, en este momento se llama la extinción de la especie humana del planeta, avizoró.
Una amplia agenda llevó a cabo el presidente de Colombia en Costa Rica con encuentros con su homólogo Rodrigo Chaves, para abordar temas comunes como la seguridad, la migración, turismo, biodiversidad y el mercado cafetalero.
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