Así lo dio a conocer hoy en comunicado de prensa el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) cuyos arqueólogos confirmaron como prehispánico, con una antigüedad de alrededor de mil años.
La nota indica que el hallazgo lo hicieron vecinos del poblado, quienes avisaron al INAH que en el terreno cercano al acceso del sitio arqueológico habían quedado expuestos una serie de huesos, presumiblemente humanos.
El Centro INAH Morelos atendió el caso de inmediato y se implementó un rescate arqueológico para atender el descubrimiento. Durante cinco días se llevó a cabo un proceso de excavación arqueológica para definir el contexto.
De esa manera quedó al descubierto el entierro de una persona adulta del sexo femenino, estaba recostada en su lado derecho, con el cráneo hacia el norte y con las extremidades superiores e inferiores flexionadas, efecto de haber sido envuelta en un petate y colocada a modo de bulto mortuorio, explica el arqueólogo Raúl Francisco González, quien atendió el hallazgo.
Asociados al entierro se hallaron materiales cerámicos fragmentados, entre estos, cajetes y una figurilla antropomorfa modelada, los cuales, de acuerdo con González Quezada, indican que el entierro pertenece al periodo tolteca, en el Posclásico Temprano, es decir, entre los años 900 y 1200 de nuestra era.
Asimismo, detalla que debe tratarse de un entierro de carácter doméstico, los cuales eran colocados debajo del piso de las casas. Esto se deduce porque el sitio donde se halló corresponde a una terraza prehispánica, construidas para edificar sobre ellas las casas, dado que el terreno es muy accidentado.
El Tlatoani se localiza en una de las peñas de Tlayacapan, de acuerdo con los arqueólogos que lo han estudiado, el sitio fue ocupado por la «gente de Tlayacapan» o «Tlayacapan tlaca» y su ocupación más importante ocurrió entre 900 y 1200 d.C.
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