El Consejo Nacional de la Sociedad Civil Haitiana medió entre las dos partes y en una reunión se expusieron las discrepancias y resolvieron las disputas, según confirmó la Renagsang.
La paralización de la colaboración tuvo graves impactos en el sistema nacional de recogida de sangre que de por sí es insuficiente para la demanda del país.
La Renagsang agradeció a todos los donantes, voluntarios y miembros de la organización y animó a los ciudadanos a implicarse en el acto humanista de salvar vidas.
Según datos del Centro Nacional para la Transfusión Sanguínea, la demanda de bolsas de sangre varía entre 70 mil y 80 mil anuales, sin embargo, la institución apenas logra colectar unas 25 mil.
En la situación del país, con el auge de la violencia, asesinatos y personas que sufren lesiones por las acciones de los grupos armados, la demanda es aun mayor.
La fundadora y coordinadora adjunta de la Renagsang, Nancy Lainé, lamentó que, como consecuencia del aumento de la inseguridad, las heridas de bala son algo cotidiano, y esas lesiones a menudo requieren transfusiones de sangre.
A ello se suman los casos de accidentes de tráfico, personas en diálisis o tratamiento contra el cáncer, partos, cirugías o anemias graves.
La poca disponibilidad siempre ha existido, pero se agravó con la violencia y las nuevas enfermedades que requieren un tratamiento más extenso, indicó.
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