El índice de desocupación descendió 0,6 puntos porcentuales en comparación con el trimestre inmediatamente anterior (febrero a abril), cuando era del 8,5 por ciento.
También cedió 1,2 puntos porcentuales frente al mismo trimestre del calendario anterior (9,1 por ciento).
De esta manera, el desempleo registró el menor nivel para un periodo mayo-julio desde 2014, cuando marcó siete por ciento.
La cifra de desocupados en la primera economía latinoamericana sumó 8,5 millones de personas en el trimestre que concluye en julio, 573 mil menos que en los tres meses anteriores, y 1,36 millones menos en un año.
Ese guarismo total resulta un 13,8 por ciento inferior al de la misma etapa de 2022 (9,9 millones) y en un 6,3 por ciento menor al del trimestre inmediatamente anterior (9,1 millones).
«La regresión en el trimestre finalizado en julio se produjo principalmente por la expansión del número de personas que trabajan», afirmó Adriana Beringuy, coordinadora de Investigaciones por Muestra de Domicilios del IBGE.
Por otra parte, de un total de 1,3 millones de personas que pasaron a trabajar en el trimestre evaluado, 793 mil están en puestos informales de labor.
En total, el total de informales llegó a 38,9 millones de personas, lo que representa una ligera subida respecto a los 38 millones del trimestre anterior, pero aún menor que la marca de la serie histórica, de 39,2 millones de mayo a julio de 2022.
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