Durante una reunión, en la que participaron sus colegas de los países de la UE, el ministro de Asuntos Exteriores recordó que el golpe de Estado en Gabón era ya el octavo acontecimiento de este tipo en los países de África Central y Occidental en los últimos tres años.
Cada golpe de este tipo conlleva el riesgo de inestabilidad, y sabemos muy bien que si esta ocurre en un país africano, muy fácilmente puede desencadenar nuevas olas de migración, imdicó Szijjártó, citado por la televisión en esta capital.
En Gabón, un grupo de militares de alto rango anunció en la mañana del 30 de agosto en la televisión nacional que habían llegado al poder; entre los rebeldes se encontraban representantes de la Guardia Republicana, los servicios de seguridad, el ejército y la policía.
Los golpistas anularon los resultados de las elecciones del 26 de agosto, en las que ganó Ali ben Bongo Ondimba, que se postulaba para un tercer mandato.
El Jefe de Estado y representantes de su administración fueron detenidos.
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