El dirigente de la Resistencia islámica libanesa insistió en la capacidad del partido para mantener la seguridad en la nación y sus esfuerzos por construir un Estado fuerte y libre de corrupción.
Al respecto, Damoush apuntó que la prioridad es abordar la crisis y las preocupaciones de los ciudadanos por alcanzar una vida digna, en medio del deterioro de las condiciones económicas.
Consideró que existe un equipo político que no aprende de sus experiencias fallidas y en lugar de pedir un presidente de unidad llama abiertamente a la confrontación interna.
Recalcó que esta lógica obstruye las vías para alcanzar una solución, un consenso, y no contribuye a un Estado ni salva al Líbano.
Sobre este tema, abogó por un presidente de la República con la capacidad de unir a los libaneses, preservar la paz civil y trabajar para salvar el país del colapso.
Al mismo tiempo, precisó que Hizbulah no aceptará la llegada de un mandatario al servicio de los enemigos de Líbano, a la vez que enfatizó en la continuidad en el camino de la resistencia para proteger los bienes y riquezas de la nación levantina.
Desde el pasado 29 de septiembre Líbano intenta elegir al nuevo representante de la comunidad cristiana maronita en desempeñar el cargo de jefe de Estado, tras el fin del mandato presidencial de Michel Aoun el 31 de octubre.
El Parlamento repitió el 14 de junio último el mismo guion de las anteriores 11 sesiones cuando ningún candidato recibió el respaldo de la mayoría de 128 diputados, para prolongar el período de vacío de poder.
jf/yma