De acuerdo con una nota de prensa, este respaldo resulta esencial para encontrar soluciones sostenibles para comunidades de la provincia montañosa de Bukidnon, donde la erosión, la deforestación y la pérdida de biodiversidad surgen como amenazas con implicaciones devastadoras.
Como respuesta, el Fondo de Adaptación del Acelerador de Innovación para el Cambio Climático del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, estableció alianzas con las líderes de comunidades para buscar soluciones como la siembra de bambú y cacao.
Respaldado por la ONU, el proyecto también se enfoca en capacitar a los agricultores, abordar la deforestación y la contaminación y al mismo tiempo generar ingresos sostenibles para los pueblos indígenas.
A juicio de Jemuel Perino, uno de los líderes locales de Bukidnon, la educación sobre técnicas efectivas de prevención y mitigación es fundamental para hacer frente a los crecientes impactos del cambio climático
Muchos agricultores de esas zonas enfrentan períodos de sequía y precipitaciones más largos y severos de lo normal, de acuerdo con la ONU.
Al mismo tiempo, las inundaciones arrasaron con más de una docena de casas de miembros de la comunidad a lo largo del río Pulangi en 2012 y 2013.
Varios índices clasifican a Filipinas entre los más afectados por fenómenos climáticos extremos, en particular por tifones altamente destructivos con pérdidas anuales estimadas en el 1,2 por ciento del producto interno bruto general.
En julio último, el tifón Doksuri provocó inundaciones y deslizamientos de tierra generalizados en el país, lo cual dejó un saldo de al menos a 39 personas fallecidas y 12 mil desplazadas.
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