La propuesta la hizo el presidente del país, Gabriel Boric, a todas las fuerzas políticas y antiguos gobernantes sobre la base de la defensa de la democracia, los derechos humanos y la condena al uso de la fuerza contra las instituciones.
“Primero un reconocimiento del Estado de Chile a las víctimas de la dictadura”, dijo el mandatario, y pidió que más allá del calor y las dificultades del debate político cotidiano, se logre un compromiso irreductible acerca de la no repetición de tales hechos.
La presidenta del Partido Demócratas, Ximena Rincón, se sumó a la invitación de suscribir un “nunca más” y reclamó a las agrupaciones de extrema derecha no llevar este debate hacia sus trincheras políticas.
En igual sentido se pronunció Gloria Hutt, del partido Evolución Política, quien, sin embargo, solicitó al presidente Boric señales claras acerca del contenido de la declaración para facilitar las cosas.
Javier Macaya, dirigente de la derechista Unión Demócrata Independiente, se negó este lunes a pronunciarse al respecto, con el pretexto de estar celebrando con sus afiliados el triunfo del rechazo en el plebiscito constitucional del 4 de septiembre de 2022.
Agregó que su organización no tiene planificado participar en eventos que, según él, dividen a Chile y generan visiones unilaterales de la historia.
Carmen Hertz, diputada por el Partido Comunista, señaló recientemente a la prensa lo peligroso de estas actitudes pues quienes se niegan a firmar este llamado, dijo, propician lo que sus antepasados hicieron, validar el crimen como instrumento regulador de los conflictos políticos.
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