La iniciativa se inscribe en el plan multisectorial de saneamiento social y reinserción de grupos vulnerables, que llevan adelante las autoridades en un momento complejo por la situación de inseguridad y la recesión económica.
El primer ministro, Ariel Henry, aseguró durante la ceremonia que la implementación del proyecto debe ayudar a establecer un entorno de paz, al tiempo que ofrece esperanza de un futuro mejor a la población.
Aseguró que su administración tiene la intención de asistir a grupos vulnerables y apoyar a quienes buscan una mejor vida y se encuentran en dificultades, en referencia a quienes gestionan pequeños negocios, uno de los sectores más golpeados por la persistente crisis multidimensional de Haití.
Asimismo, señaló que, desde hace algún tiempo, hay gasolina en todos los surtidores, tanto en Puerto Príncipe como en las ciudades provinciales, y reiteró que el Gobierno cumple su promesa de ayudar a todos en el sector del transporte.
A mediados de abril Henry lanzó un programa para asistir a los más pobres que se implementará durante seis meses.
El mecanismo cuenta con un presupuesto de 21 mil millones de gourdes (poco más de 155 millones de dólares), de los cuales 15 mil 600 millones de gourdes (unos 115,4 millones de dólares) fueron donados por la comunidad internacional.
Además del subsidio a los conductores del transporte público y la asistencia a las pequeñas y medianas empresas, la iniciativa apoya a los trabajadores del sector industrial y a unos cinco mil padres de barrios vulnerables, al tiempo que tiene en cuenta la integración profesional de los jóvenes y los restaurantes comunitarios.
Se espera que al menos 700 mil hogares de cinco integrantes cada uno se beneficien del programa, lo que representaría unos tres millones de ciudadanos.
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