La Reserva del Ecosistema Redonda cubre casi 30 mil hectáreas de tierra y mar, incluida una isla, praderas marinas y un arrecife de coral de 180 kilómetros cuadrados.
Aunque en gran medida inexplorada, se cree que la nueva área protegida contiene al menos 30 especies amenazadas globalmente.
La designación fue resultado de un programa de restauración lanzado en 2016, que transformó a Redonda, de un paisaje árido con la apariencia de un escenario lunar polvoriento, a un próspero refugio de biodiversidad.
En sus etapas iniciales, el programa liderado por el Departamento de Medio Ambiente, el Environmental Awareness Group y Fauna & Flora implicó la eliminación de especies invasoras de la isla y permitió recuperar las especies nativas.
La biomasa vegetal total aumentó más de un dos mil por ciento, 15 especies de aves terrestres regresaron y el número de lagartos endémicos se multiplicó por más de cuatro.
Con la reserva dimos un gran paso hacia el cumplimiento del compromiso de conservar al menos el 30 por ciento de las áreas terrestres, de aguas continentales, costeras y marinas, dijo Helena Jeffery Brown, fundadora del Programa de Restauración de Redonda.
El trabajo de restauración aún está en curso y se implementan acciones para apoyar la biodiversidad en la isla, como las medidas de bioseguridad para limitar el riesgo de reinvasiones, el monitoreo y vigilancia marinos y la reintroducción de especies nativas que no pueden encontrar su propio camino de regreso a la isla, como iguanas y tecolotes llaneros.
Actualmente, las islas del Caribe enfrentan las tasas de extinción más altas de la historia moderna, dijo Jenny Daltry, directora de la Alianza del Caribe para Re: Wild y Fauna & Flora.
Añadió que la designación de esta área protegida es vital para devolver a Redonda su antigua gloria, y podría allanar el camino para convertirla en una atracción turística sostenible en el futuro cercano.
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