«Con la evidencia reciente de que el exceso de demanda en la economía está disminuyendo, y dados los efectos rezagados de la política monetaria, el consejo de gobierno decidió mantener la tasa de interés oficial en cinco por ciento», destaca la información.
Sin embargo, señala que su consejo de gobierno a está preocupado por las presiones inflacionarias y «está dispuesto a aumentar aún más los tipos de interés si es necesario».
La tasa de inflación de Canadá fue del 3,3 por ciento en julio, frente al 2,8 por ciento del mes anterior.
Según expertos, es probable que la inflación continúe oscilando alrededor del tres por ciento en los próximos meses.
El anuncio se produce después de que la entidad financiera elevara las tasas de interés en sus dos últimas reuniones, poniendo fin a una pausa previa en las subidas de tasas.
En total, el banco central ha elevado su tasa de interés clave diez veces desde marzo de 2022, llevándola de casi cero al nivel más alto desde 2001.
Se espera que estos aumentos de tasas sigan teniendo efecto en la economía, desacelerando la demanda de los consumidores y frenando la inversión empresarial.
Los economistas estiman que se necesitan entre uno y dos años para que un aumento de tipos afecte plenamente la demanda y la actividad empresarial.
Mientras, Statistics Canada informó la semana pasada que el producto interno bruto real se contrajo en el segundo trimestre, lo que convenció a los pronosticadores de que sería poco probable que se produjera otra subida de tipos.
«La economía canadiense ha entrado en un período de crecimiento más débil, lo que es necesario para aliviar las presiones sobre los precios», dijo el banco central.
El mercado laboral de Canadá también ha perdido algo de fuerza, pues la tasa de desempleo ha estado aumentando durante tres meses consecutivos.
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