«Esta declaración servirá como base para la posición común de África en el proceso global del cambio climático», reveló el texto, además de solicitar una reforma urgente del sistema financiero multilateral en su intento por asegurar capital para proyectos de mitigación y adaptación al clima.
De igual modo, exige una nueva arquitectura financiera que responda a las necesidades de África, incluida la reestructuración y el alivio de la deuda, a medida que aumenta la frustración por el alto costo de esos recursos económicos en el continente.
La declaración pidió a los grandes contaminadores de carbono que cumplan los compromisos climáticos de larga data con las naciones más pobres y a los líderes mundiales a respaldar una propuesta de “impuesto al carbono sobre el comercio de combustibles fósiles, el transporte marítimo y la aviación”.
El continente de 54 naciones es sumamente vulnerable a los crecientes impactos del cambio climático, pero la cumbre se centró en gran medida en los llamados a desbloquear la inversión en energía limpia.
«Existe una nueva África y esto significa negocios», expresó el presidente de Kenya, William Ruto, país que acogió el evento desde el lunes pasado que por primera vez convocó la Unión Africana (UA).
Ruto reveló que se prometieron fondos por valor de 23 mil millones de dólares “para esfuerzos de crecimiento verde, mitigación y adaptación” en todo el continente.
La Cumbre Africana sobre el Clima buscó forjar una posición común antes de las próximas conferencias globales y discutir cómo financiar las prioridades ambientales del continente. Transcurre de manera paralela a la Semana del Clima de África organizada por las Naciones Unidas.
Participaron más de 20 jefes de Estado y de Gobierno, el secretario general de la ONU, António Guterres, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, el titular en turno de la UA y mandatario de Comora, Azali Assoumani, y dirigentes de organismos internacionales.
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