Encabezada por los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de México, Andrés Manuel López Obrador, y con la presencia de representantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Dominicana, Uruguay y Venezuela, tuvo lugar esta cita.
«Lo que yo propongo es tener una voz diferente y unificada que defienda a nuestras sociedades, nuestro futuro y nuestra historia, y dejar de repetir un discurso fallido que ya fracasó», declaró Petro al clausurar la Conferencia.
Los latinoamericanos debemos elevar nuestra voz “sin vergüenza, porque no tenemos nada que ocultar, porque los que han cometido los errores no somos nosotros realmente. Los que hemos puesto la sangre somos nosotros. Los que hemos puesto el dolor somos nosotros. A los que nos han destruido la belleza somos nosotros”, expresó.
Petro enfatizó en que la guerra contra las drogas ha fracasado y Colombia y México son las mayores víctimas de esta política en América Latina que catalogó de genocidio.
«Tenemos esa experiencia de 50 años, una experiencia sanguinaria y feroz, y se empieza a repetir desde hace algunas décadas en otros países como México. Por eso, quizás, el hecho de que sean Colombia y México los citantes de esta reunión tiene un sentido, un valor en el planeta tierra, en la humanidad», comentó.
Por su parte, el presidente de México aseguró que lo fundamental para enfrentar el flagelo del narcotráfico y la violencia es atender las causas con un nuevo criterio.
Tenemos que poner por delante el criterio de que la paz es fruto de la justicia. Tenemos que luchar primero contra la pobreza, contra la desigualdad (…) ofrecer empleos buenos salarios, atender a los jóvenes, garantizarles la oportunidad de estudio, de trabajo», afirmó el gobernante mexicano.
Además, fortalecer los valores culturales, morales, espirituales y utilizar todas las reservas de valores que hemos heredado de las grandes de civilizaciones que florecieron en nuestra América y que «nos sacan siempre adelante», añadió.
El jefe de Estado también abogó por fortalecer la identidad de los pueblos del continente, la idiosincrasia y la unidad familiar que siempre los ha caracterizado.
Asimismo, llamó a enfrentar el modelo individualista que “nos han estado imponiendo” en la región.
Al cierre de la conferencia, se divulgó el documento final en el cual los participantes reiteraron su compromiso común de abordar de forma integral, multidisciplinaria, equilibrada, amplia, basada en evidencia científica y de forma efectiva el Problema Mundial de las Drogas.
Detallaron la hoja de ruta de este esfuerzo que conllevará la creación de un Grupo de seguimiento integrado por representantes de los Estados de la región para avanzar en una construcción reflexiva, soberana y ajustada a las realidades de cada país.
De esa forma, abordar la problemática sobre la base del documento final de la Conferencia, desafíos actuales y emergentes y las obligaciones y compromisos internacionales.
Este Grupo tendrá su primera reunión a nivel técnico durante el cuarto trimestre de 2023 y buscará llevar mensajes y propuestas consensuadas ante instancias multilaterales, incluida la revisión de mitad de período de la Declaración Ministerial de 2019 de la 67 Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, a realizarse en marzo de 2024.
Además, propiciar, a partir de la reflexión colectiva que realice el Grupo de seguimiento, las consultas necesarias para la convocatoria de una Cumbre Internacional sobre Drogas a nivel de jefes y jefas de Estado y de Gobierno, en el marco de la Organización de las Naciones Unidas, y con miras a celebrarse durante el año 2025.
El documento final destaca la voluntad de los países de la región, interesados en abordar integralmente el Problema Mundial de las Drogas, con el fin de iniciar un camino de reflexión estructural, crítico y constructivo para proponer medidas políticas, jurídicas y sociales a nivel nacional que complementen y permitan dar cumplimiento flexible al régimen internacional sobre drogas existente, de acuerdo con las realidades de cada país.
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