Fuentes diplomáticas indicaron que ambos intercambiaron impresiones sobre la 18 Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20, celebrada en esta capital, y de las perspectivas de la presidencia brasileña del grupo, la cual asumirá del 1 de diciembre de 2023 al 30 de noviembre de 2024.
También abordaron la relación comercial entre los dos países.
Rutte mostró entusiasmo con las prioridades del gigante sudamericano en su mandato: combate al hambre, pobreza y desigualdad. Asimismo, la transición energética y el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones (económica, social y ambiental), además de la reforma del sistema de gobernanza internacional.
Por su parte, Lula apreció el interés de los Países Bajos en participar en la Cumbre del G20 en Brasil, el próximo año, y de auxiliar a las fuerzas de tarea del grupo.
Durante la conversación, el exsindicalista afirmó además que el documento Mapa del Camino, discutido durante la visita de Rutte a Brasilia en mayo último, deberá convertirse en marco de las relaciones bilaterales, y la transición energética puede ser tema fundamental de la cooperación entre los dos países.
En esa área, el interés principal son los biocombustibles para el sector marítimo e hidrógeno de baja emisión.
Los cambios climáticos que afectan a Brasil y al mundo fueron otro tema del encuentro, sobre el cual Lula destacó que ese es un problema serio.
En la sesión de apertura del foro del G20, realizado este sábado y domingo, el mandatario brasileño volvió a cobrar acciones más enfáticas de los países desarrollados para ampliar el combate global al cambio climático.
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