En una conferencia de prensa sobre diversos temas, la mandataria informó que el Ministerio de Relaciones Exteriores realiza coordinaciones con autoridades estadounidenses para que Sánchez sea expulsado a Perú “y no a México”.
“Es aquí donde tiene que rendir cuentas”, expresó Boluarte en medio de comentarios de analistas conservadores que creen posible que el gobierno mexicano no lo entregue debido a las diferencias políticas entre ambos países por las que las relaciones diplomáticas entre ambos se mantienen virtualmente congeladas.
Entretanto fuentes jurídicas aseguraron que la Interpol, mecanismo autónomo de colaboración policial internacional, tras la fuga al exterior de Sánchez, no aceptó lanzar la alerta mundial para que el empresario sea detenido y enviado de vuelta a Lima.
Sánchez fue declarado prófugo en noviembre de 2022, tras una orden de prisión preventiva por cargos de corrupción y su abogado, Tomás Gálvez, declaró que está dispuesto a ponerse a disposición de la justicia pero no admite ser culpable.
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