La cita del bloque, presidido este año por Cuba, resulta esencial para abordar asuntos medulares para Naciones Unidas como la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la respuesta al cambio climático.
«La cuestión central es, en primer lugar, que nuestros países sean capaces de movilizar sus propios recursos y alinear sus políticas con los ODS y esto es válido para todos los países en desarrollo y luego para todos los miembros del grupo», aseguró el alto representante en conferencia de prensa desde la sede del organismo.
Aunque la ONU reconoce la necesidad de que cada país se comprometa con la Agenda 2030, al mismo tiempo demanda un cambio en la arquitectura financiera global para impulsar a las naciones del sur.
«Debemos reconocer que el sistema financiero internacional no facilita las prioridades de los países en desarrollo», enfatizó al respecto el titular de Naciones Unidas.
El G-77 y China, de hecho, ayudó a construir un consenso y alzó su voz para realizar cambios en la arquitectura financiera internacional, en particular en las políticas de financiación, y en muchos otros aspectos, agregó.
Los países en desarrollo carecen del espacio necesario para poder implementar efectivamente los Objetivos de Desarrollo Sostenible y movilizar los recursos y alinear sus políticas con esas metas, advirtió.
«Podemos hacer más juntos para tener más equidad, más justicia, más igualdad en los sistemas económicos y financieros internacionales», enfatizó.
La Cumbre del G-77 y China reunirá en la capital cubana a representantes de más de un centenar de países los días 15 y 16 de septiembre, con el tema Retos actuales del desarrollo: Papel de la ciencia, la tecnología y la innovación.
Entre los asistentes estarán decenas de jefes de Estado y de Gobierno, además de dirigentes de organizaciones y organismos internacionales, entre ellos el propio secretario general de la ONU.
Por su parte, La Cumbre de los ODS, considerada una pieza central de la semana de alto nivel de la Asamblea general de ONU, promoverá una plataforma para que los jefes de estado y de gobierno confirmen el liderazgo político para la Agenda 2030, el plan global centrado en los 17 Objetivos justo en la mitad del plazo fijado.
El evento, previsto el 18 y 19 de septiembre, pretende marcar el punto de partida de una nueva era de progreso hacia el desarrollo sostenible que, a juicio de ONU, se ha ralentizado.
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