Este llamado tuvo lugar luego que Global Witness, en su último informe, señalara que Colombia fue el país más peligroso para los líderes y defensores ambientales en 2022, cuando se notificaron 60 asesinatos.
La organización no gubernamental, cuyo objetivo es un planeta más sostenible, justo e igualitario, donde prosperen los bosques y la biodiversidad, aseguró que el 2023 es «otro año nefasto para el país», cuando 33 defensores perdieron su vida por su labor.
«Lamentamos el asesinato de estos 60 defensores ambientales. Es una cifra realmente vergonzosa para el país. Y esperamos que podamos ir revirtiendo esta realidad con la implementación del Acuerdo de Escazú y los Puestos de Mando Unificado para la Vida», enfatizó la ministra. En ese sentido señaló que por eso, es fundamental la ratificación por parte de la Corte Constitucional del Acuerdo de Escazú.
«Si bien ya estamos implementando muchos de esos aspectos, que ya sea una ley en firme de la República nos apoyaría mucho en esta necesidad de proteger a los defensores ambientales», dijo Muhamad .
De acuerdo con Global Witness, «una vez más, los pueblos indígenas, las comunidades afrodescendientes, los pequeños agricultores y los activistas medioambientales han sido vilmente atacados».
Global Witness señaló, no obstante que «hay esperanza» ya que el presidente colombiano, Gustavo Petro «prometió una transformación social y una mayor protección para los defensores» cuando asumió el cargo en agosto del año pasado, y «ningún gobierno se había comprometido a ello antes».
Desde el 2012 cuando la ONG comenzó a recopilar estos datos en 2012, Colombia suma 382 asesinatos de líderes y defensores ambientales lo que lo convierte en «el país con el mayor número de asesinatos».
Señaló que el 2022 fue para Colombia «un año de transición política» y recordó que «el gobierno de Iván Duque (muy criticado por su desidia ante este tema), dio paso al de Petro», una nueva administración que incluye «por primera vez» en su programa de gobierno «específicamente la necesidad de proteger a los defensores y abordar las causas de los ataques contra ellos».
De acuerdo con Global Witness, el año pasado al menos 177 defensores del medioambiente fueron asesinados en el mundo y aunque la cifra global es ligeramente inferior a la de 2021, cuando se registraron 200 asesinatos, esto no significa que la situación haya mejorado significativamente.
«La situación en América Latina sigue siendo especialmente preocupante» al registrar el 88 por ciento de los asesinatos y un total de 11 de los 18 países en los que se documentaron crímenes durante el pasado año.
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