Así lo expresó el secretario de Defensa, general Luis Cresencio Sandoval, en la clausura de la ceremonia por el 170 aniversario de la gesta patriótica de los Niños Héroes de Chapultepec, ante el altar a la Patria erigido en el bosque frente al castillo que defendieron con sus vidas contra la invasión yanqui.
En una hermosa ceremonia con la participación de pelotones de todas las armas, el presidente Andrés Manuel López Obrador le rindió honores a los héroes, a la bandera que defendieron y a la escuela de cadetes a la que pertenecieron, junto con los altos mandos de las fuerzas armadas, su gabinete e invitados nacionales y extranjeros, incluidos ministros de Defensa y representantes militares de naciones amigas.
El mandatario pasó la tradicional lista de los héroes del Heroico Colegio Militar, teniente Juan de la Barrera, cadetes Juan Escutia, Agustín Melgar, Vicente Suárez, Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, y de la heroica Escuela Naval, teniente José Azueta y cadete Virgilio Uribe, y tras cada mencionado los presentes coreaban. ¡Murió por la patria!
Luego de una salva de fusilería, el mandatario entregó espadines a seis cadetes de segundo año del Heroico Colegio Militar como símbolo del compromiso de recibir con honor el encargo de defender a la patria.
Después de las palabras de Jorge Antonio Maldonado, director del colegio militar, quien recordó detalles de la Batalla de Chapultepec del 13 de Septiembre de 1847 contra los invasores estadounidenses, López Obrador le entregó un reconocimiento con motivo de los 200 años de la creación de esa institución.
En sus conclusiones el general Sandoval dijo que la defensa del Castillo de Chapultepec constituye un hecho heroico de gran significado en primer término, porque quedó grabado en la memoria colectiva como un extraordinario ejemplo de valentía, honor, lealtad y amor a México.
Y en segundo, porque dejó como aprendizaje para la juventud mexicana que a base de pundonor se puede enfrentar adversidades de cualquier naturaleza, y para la sociedad la importancia de fomentar la identidad nacional que nos caracteriza.
En esta fecha solemne para los mexicanos, frente a este Altar a la Patria donde cada año hacemos eco recordando los nombres de aquellos jóvenes cadetes que lucharon hasta el último aliento por defender a la nación, quienes vestimos el uniforme de la República le ratificamos nuestro firme compromiso de seguir dando todo por México.
Los mexicanos pueden tener certeza de que el legado de honor y patriotismo de los héroes de 1847 seguirá siendo la premisa que guíe el actuar de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional en el cumplimiento de cada tarea para seguir contribuyendo en el bienestar colectivo.
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