Los recursos naturales y el mercado de consumo en este país son algunos factores que impulsarán a los financistas, aparte de las exenciones fiscales y trámites simplificados por el gobierno, precisó Invest.
La iniciativa público-privada Guatemala no se detiene busca atraer sectores de alto valor agregado: industria farmacéutica, dispositivos médicos, electrónica y servicios relacionados con la tecnología, detalló la experta de la entidad Wendy Mena.
Sin embargo, apuntó, la ventana de oportunidad para captar nuevas inversiones es limitada ya que necesita trabajar en la creación de condiciones que fomenten la instalación de más fábricas de manufactura ligera y centros asistenciales.
Esto incluye –añadió Mena- contar con una red de proveedores locales a fin de satisfacer las necesidades de bienes y servicios requeridos para su funcionamiento.
La agencia mencionó como retos “aumentar la oferta de mano de obra calificada alineada a las necesidades de las industrias”, así como modernizar la infraestructura y los esquemas de inversión.
También, actualizar los regímenes y políticas para captar dinero, al tiempo de “mayor sofisticación del inventario de espacios inmobiliarios”.
Incluyó finalmente mejorar el clima de negocios, a través de digitalización, simplificación de trámites, y continuar las labores en temas de seguridad y corrupción.
Como amenazas de toda la región, expuso los altos niveles de violencia, criminalidad, ausencia de un sistema judicial confiable y eficiente, lo cual crea un entorno de inestabilidad, señaló en el texto.
La situación de los Derechos Humanos ─de manera acertada o no─, influye de forma negativa en la imagen de naciones como esta a los ojos de inversionistas europeos, remarcó el análisis de Invest.
De 2020 a 2022 las entidades encargadas en la tierra del quetzal lograron atraer más de cinco mil 900 millones de dólares en inversión extranjera directa y en octubre del pasado año la meta anual de mil 500 millones quedó superada.
El mayor financista del último periodo anual fue Estados Unidos con 261,3 millones de dólares, seguido de Colombia (254,2 millones), Luxemburgo (221,1 millones), Centroamérica y República Dominicana, 211,8, según el Banco de Guatemala.
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