La invitación tiene lugar luego que Santo Domingo decidiera unilateralmente cerrar las fronteras en represalia por las obras para la captación de agua del río Masacre.
Además del cierre, el presidente Luis Abinader también ordenó la detención de visados a ciudadanos haitianos, la prohibición del comercio, viajes transfronterizos, mercado binacional y otras restricciones.
El Gobierno de Haití dijo tomar nota de las medidas anunciadas y recalcó el derecho de su país a extraer agua del torrente según un acuerdo bilateral firmado en 1929.
En el disfrute de su soberanía, la República de Haití puede decidir explotar todos sus recursos naturales, señala la nota del Ministerio de Comunicación y asevera que las autoridades tomarán las medidas necesarias para proteger los intereses de su pueblo.
Por su parte, las organizaciones campesinas que reanudaron las labores no tienen intenciones de detener la construcción y desestimaron intereses políticos detrás de las obras.
El canal deberá regar unas tres mil hectáreas de la llanura de Maribaroux, en el noreste del país. El proyecto fue iniciado en 2018 bajo la presidencia de Jovenel Moïse y se detuvo tras su asesinato.
Sin embargo, Santo Domingo argumenta que el canal desviará el curso del río Masacre, que nace en su territorio, a pesar de ser desmentido por una declaración conjunta firmada en 2021 por comisiones técnicas de ambos países.
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