En su intervención durante la Cumbre que se dedica a las metas globales establecidas por Naciones Unidas hasta 2030, el gobernante estimó que una parte importante del problema es la falta de avances en el establecimiento de alianzas efectivas y en el fracaso de la comunidad internacional a la hora de honrar sus promesas.
“Los compromisos financieros internacionales, ya sea el 0,7 por ciento del Producto Nacional Bruto para la Asistencia Exterior para el Desarrollo –un compromiso asumido hace 50 años- o los cien mil millones de dólares en virtud del Acuerdo de París a los países en desarrollo, entre otros, no han sido cumplidos”, aseguró.
Además, continuó, nuestra arquitectura financiera internacional no está sincronizada con las necesidades de las naciones con menos recursos y debe ser reformado.
Según planteó, no habrá un mundo en el que todos, en todas partes, disfruten de sus plenos derechos humanos, paz y seguridad, y esté libre de pobreza y hambre, a menos que se respete el derecho al desarrollo.
“Guyana cree que sólo se pueden lograr avances significativos en el logro de los ODS si los esfuerzos nacionales van acompañados del cumplimiento de los compromisos, y si se crea un entorno internacional que fomenta el progreso de todos los países”, remarcó.
También en ese mismo foro, el presidente de Suriname, Chandrikapersad Santokhi, se refirió a la importancia de prestar atención a las necesidades y problemáticas de los pequeños países en desarrollo.
Apuntó que las múltiples crisis que distinguen al escenario actual ratifican la existencia de un mundo desigual.
En este sentido, señaló, Suriname realiza esfuerzos para incluir las metas globales en sus políticas y planificación nacionales.
Mencionó que, por esta razón, su país estableció una Comisión y una Plataforma que abordan la integración de estas pautas con la participación de todas las partes interesadas.
A pesar de todos los desafíos, sentenció, Suriname sigue comprometido con la concreción de los ODS.
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