Según los datos ofrecidos, se realizaron importantes labores de desinfección en lugares donde ya es potente el mal olor por la descomposición de los cadáveres tanto de humanos como de animales.
La cifra de los muertos conocida hasta el momento se acerca a los tres mil y la de heridos es de casi seis mil.
Organismos gubernamentales difundieron, asimismo, que pobladores de varias localidades marroquíes promueven iniciativas para asistir a los afectados con el envío de mantas, ropas y comestibles.
Con una intensidad de 6,8 en la escala de Richter y epicentro en Ighil, ciudad rural enclavada a unos 60 kilómetros al suroeste de esta capital, Rabat, el movimiento telúrico fue catalogado por el Instituto Nacional Marroquí de Geofísica como el más violento registrado en este país en casi un siglo.
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