Calificó de ilusos a quienes proponen que los países de la tierra que ya están sobreendeudados por la enfermedad y la codicia puedan adquirir más créditos para superar un problema que solo las chimeneas del norte produjeron.
«La financiación de la vida, el fluido de medicamentos que debe ser introducido en las venas de las economías y sociedades del mundo para acometer el reto de dejar el carbón y el petróleo debajo de la tierra, en sus lugares que son las verdaderas venas de la tierra como Roberto Cobaría, el indígena u’wa, le decía al mundo hace 30 años; sacar el petróleo, decía, era sacar la sangre de la tierra y por ello la vida moriría», subrayó.
Aseguró que la mayoría de la inversión para descarbonizar la economía del mundo provendrá de los fondos públicos, del esfuerzo de las sociedades de juntar los Estados para juntar la humanidad que ahora llaman multilateralismo.
Instó a gobernar la tierra con la mirada de la democracia y no con la de los imperios porque -dijo- «no sirven para salvar la vida sino para desatar las guerras».
Instó a planificar el gran Plan Marshall de la revitalización del planeta al tiempo que señaló que al mercado no se le puede pedir soluciones a un mecanismo que se queda sin humanidad cuando fue este mecanismo el que produjo el problema.
«La gran batalla de nuestra generación, defender la vida para nuestros hijos y nietos solo se puede financiar a cabalidad desde lo público, desde lo de todos y todas. Liberar lo público para salvar la vida», recalcó Petro.
Aseguró que salvar la vida requiere una época del cambio, y la juventud toda para poder vivir requiere levantar las banderas del cambio, de la transformación a una nueva humanidad.
«Es la democracia, no los autoritarismos que cada vez se parecen más a los nazis. Es la democracia mundial, es el planificar, es la potencia de los estados esta vez encarados no frente a la guerra sino hacia los planes de vida. Planificar la transición hacia la economía descarbonizada y financiarla. La economía descarbonizada será, no lo dudo, una economía más humana y justa».
Por eso, dijo, «este presidente del país de la belleza les propone reformar el sistema financiero mundial, el FMI, la banca multilateral, acabar los bloqueos económicos y guiar los fondos del capital privado».
Si se reduce la deuda de todos los países, pagándoles a los dueños de la deuda sus acreencias, con una emisión del FMI de Derechos Especiales de Giro, habrá un descenso de la deuda pública mundial y un incremento real de los presupuestos y fondos públicos.
«Así podremos financiar el Plan Marshall por los Objetivos del Desarrollo Sostenible, la justicia social y ambiental en el planeta, el Plan para superar, mitigando y adaptando, la crisis climática que es la crisis de la vida», enfatizó.
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