Al intervenir en el debate de la sesión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Lacalle insistió en que «Uruguay no viene a mendigar ni hacer reclamos exagerados», sino a defender lo que llamó «libertad responsable internacional».
«No quiero dejar de compartir el espíritu por el cual fueron creados, pero hay que rediseñarlos porque de alguna manera estimulan que los países crezcan sin que pierdan ese acceso», argumentó.
«Queremos que se actúe con justicia», apeló a los líderes mundiales reunidos en este periodo 78 de sesiones.
«Si hacemos las cosas bien, que se actúe en consecuencia y eso significa, mejorar el acceso a oportunidades», remarcó ante el plenario, al referirse a un sistema de premios-castigos aplicado en su país, el cual propuso aplicar en los préstamos internacionales.
Este defendería la vocación no solo de sancionar el incumplimiento, sino premiar a quienes tienen procesos amigables con el ambiente y sostenibles, enfatizó.
Uruguay ha emitido un bono sostenible, que se basa en premios y castigos según se cumplan parámetros establecidos en el Acuerdo de París, citó a modo ilustrativo.
A juicio del Jefe de Estado uruguayo, llega a esta asamblea con una visión positiva y optimista de la humanidad, pero no podemos pecar de ingenuos, alertó.
«Estamos convencidos de que la globalización, las tecnologías de la información, la inteligencia artificial y la comunicación en tiempo real son elementos que ayudan a la integración y el desarrollo de nuestros pueblos si son bien utilizados», aseveró.
En este sentido, apuntó, asimismo, a la creciente responsabilidad de los líderes mundiales, por las consecuencias que pueden generar consecuencias solo con sus palabras.
En cuanto a su país, indicó que llega a esta Asamblea «con una democracia plena y estable, con pleno respeto institucional y a la ley como tradición histórica».
Pese a la pandemia y los factores climáticos adversos, nuestro país ha recuperado su economía el empleo, hay una inversión histórica en infraestructura y una inversión extranjera directa que marca una confianza importante.
Al referirse al tema ambiental, Lacalle recordó que su país se ha dado a sí mismo la denominación de Uruguay ambiental y citó como ejemplo el uso de las energías renovables (90 por ciento), altos índices de reforestación y procesos productivos sostenibles, entre otros.
«Después de muchos años de declaraciones y asumir compromisos, la comunidad internacional realmente comprendió que a economía y el ambiente están íntimamente asociados», concluyó en su discurso.
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