En el marco de la 78 Asamblea General de la ONU, Henry señaló la disminución en un 25 por ciento de la incidencia del VIH, así como la reducción de la cifra de muertes y el amplio acceso a los tratamientos, cerca de un 80 por ciento, de las personas que viven con el virus.
El jefe de Gobierno estimó que, con esos indicadores, a los que se suman la reducción del 66 por ciento de la carga viral, Haití podría poner fin a la epidemia de aquí a 2030, aunque insistió en que para lograrlo se necesita una financiación adecuada y fiable, disponibilidad de datos basados en pruebas, así como la reducción de las desigualdades y la discriminación.
También señaló como indispensable el reconocimiento y la integración de los esfuerzos comunitarios y la paz y seguridad nacional.
“Para erradicar la epidemia a escala mundial, tenemos que pasar de las palabras a los hechos y tener la voluntad de vivir en un mundo equitativo”, aseguró el también ministro de Comunicación.
Pese a los resultados, actualmente más de 150 mil personas viven en Haití con VIH/SIDA, mientras que la tasa de transmisión materno-infantil es del nueve por ciento, una de las mayores de la región.
Datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia indican que 13 mil menores de 19 años fueron diagnosticados con la enfermedad, y la prevalencia de dicho mal entre los individuos de 15 a 49 años es del dos por ciento.
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