Durante el debate generado en la primera comisión de la 78 Asamblea General, el embajador cubano, Yuri Gala, consideró ese tema como una cuestión de supervivencia para la humanidad.
Mientras siga pendiente el logro de un mundo libre de armas nucleares, el desarme nuclear debe continuar siendo la máxima prioridad en la esfera del desarme, dijo el también representante permanente alterno de la isla ante Naciones Unidas.
La Cumbre del Futuro, prevista para 2024, no puede obviarlo al discutir sobre los esfuerzos para contribuir a la paz y la seguridad internacionales.
El representante ratificó el compromiso de La Habana con la implementación plena, efectiva y no discriminatoria de las convenciones sobre las Armas Biológicas, Toxínicas y Químicas, así como con la universalización del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.
Al mismo tiempo, condenó la imposición de medidas coercitivas unilaterales que limitan o impiden, de manera discriminatoria, el ejercicio del derecho al uso pacífico de la energía nuclear; así como la promoción de la cooperación internacional y el avance científico-tecnológico de los estados miembros en las esferas biológica y química.
«Estas acciones ilegales atentan contra el desarrollo socioeconómico de los estados sobre los que se imponen y contravienen las disposiciones de varios instrumentos jurídicamente vinculantes en la esfera del desarme», recalcó.
Al mismo tiempo, el embajador cubano rechazó el empleo encubierto e ilegal de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y del espacio radioelectrónico para subvertir el orden jurídico y político; así como el uso de estas tecnologías para financiar, alentar y cometer acciones violentas y actos de terrorismo.
En ese sentido, denunció el uso de esas plataformas desde territorio de los Estados Unidos contra Cuba y exigió el fin inmediato de esas políticas.
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