Datos oficiales del Ministerio de Educación revelaron que en la nación sudamericana hay una deserción de cerca de 40 mil alumnos en la actualidad.
El Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC) identificó varios factores que aumentan la posibilidad de que los niños y jóvenes dejen sus estudios.
En primer lugar, el INEC destacó la falta de recursos económicos, con el 24,5 por ciento. Por otro lado, en la Costa, además de la pobreza, la violencia e inseguridad han afectado la regularidad escolar, puntualizó la institución.
Medios locales de prensa también revelaron que en provincias como Los Ríos, en cinco planteles de la localidad de Baba, las clases presenciales se suspendieron, debido a la creciente ola de inseguridad.
Asimismo, en la ciudad de Durán, en la provincia de Guayas, también se solicitó al Ministerio de Educación retornar a la virtualidad por el aumento de muertes violentas allí.
La segunda semana de septiembre dos estudiantes fueron asesinados, uno de ellos tenía 17 años y fue secuestrado. Su cuerpo fue hallado embalado en una zanja en esa urbe cosera.
Sin embargo, la ministra del sector, María Brown, negó el pedido y alegó que en ese cantón las instituciones educativas son parte de programa ‘Escuela Segura’, las cuales cuentan con policías en las afueras y dentro de los colegios, aunque sin armas.
Aun así, los centros educativos no escapan del peligro y los padres temen a la presencia de pandillas dentro de los mismos.
Recientemente, la Policía Nacional alertó que al menos mil 326 menores, entre 12 y 17 años, abandonaron las aulas en el país andino para unirse a bandas delictivas.
De acuerdo con un informe policial, los adolescentes estuvieron relacionados con delitos como tenencia ilegal de armas, sicariato, microtráfico, robo a personas y otros asociados al crimen organizado.
El documento reveló que los delincuentes captan a los estudiantes ofreciéndoles retribuciones económicas atractivas para su edad.
La provincia de Guayas es el territorio con mayor número de menores detenidos, con 367 casos, seguida de Pichincha, donde se reportaron 153 detenciones.
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