Con la Mesa de Conversaciones también comenzará un cese el fuego bilateral que, junto al acordado con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), sin dudas es un paso para aliviar el sufrimiento de las comunidades en los territorios donde se desarrolla el conflicto armado.
En declaraciones a Prensa Latina, Camilo González Posso, coordinador del grupo de negociadores del gobierno a la mesa con el Estado Mayor Central de las Fuerzas armadas Revolucionarias de Colombia (EMC-FARC), integrado por exguerrilleros no acogidos al Acuerdo de 2016, aseguró que se dio un paso adelante.
Detalló que ya cuentan con una ruta muy precisa para el cese al fuego y todas las garantías de protección para las comunidades.
«Esto se definirá el 8 de octubre en Tibú, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela, con la declaratoria de un cese al fuego por ocho meses», puntualizó.
Durante ese acto las partes aprobarán los mecanismos de verificación, protocolos, reglas y compromisos para garantizar la protección de la población civil y trabajarán temas muy importantes como los procedimientos para la definición de las agendas.
«De modo que podríamos decir que estamos ad portas de un hecho trascendental en lo que se refiere a este tipo de conflictividades», aseguró el también director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz.
El pasado martes, el gobierno y el EMC al anunciar estos avances explicaron que «el propósito de este proceso de construcción de paz es la dignificación de la forma de vida de las colombianas y los colombianos que son víctimas directas de la desigualdad social y de la confrontación armada», subrayan en comunicado conjunto.
Este acuerdo, sus protocolos y mecanismos, una vez aprobados precisan el funcionamiento de la Mesa de Diálogos de Paz y tendrán como marco de referencia el respeto al Derecho Internacional Humanitario y en particular al protocolo adicional de a los Convenios de Ginebra de 1949, señalaron.
El objetivo es preservar la vida, los derechos y libertades de la población civil, en general, y evitar la afectación humanitaria, en particular, a las comunidades y pueblos étnicos, territoriales, campesinos y demás grupos de especial protección, puntualizan.
Las reglas y compromisos acordados por las partes garantizarán la preservación y el cuidado de la naturaleza en su diversidad, añaden en el texto.
Explicaron que este proceso deberá generar espacios de participación real y efectiva de las diferentes expresiones de la sociedad.
En la sesión de instalación de la Mesa de Diálogos de Paz se decretará se aprobarán el Acuerdo de Respeto a la Población Civil y la Implementación del Cese al Fuego Bilateral Temporal Nacional y Territorial; los protocolos que regirán el funcionamiento del Mecanismo de Veeduría, Monitoreo y Verificación, la pre agenda, el plan participativo y el cronograma de actividades
Este nuevo paso para poner fin a uno de los varios conflictos armados que azotan a Colombia, está vinculado a la política de Paz Total del gobierno de Gustavo Petro, también a los grupos que ven en estos diálogos la oportunidad de lograr algunos de los objetivos que los llevaron a la guerra.
La Mesa de Conversaciones con el ELN y los diálogos socio-jurídicos con estructuras urbanas son parte de las soluciones negociadas para poner fin a los conflictos internos que datan de décadas o siglos, en el país suramericano.
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