En su intervención ante el plenario de la Asamblea General, Rowley llamó a trazar una hoja de ruta de cara a los retos actuales para borrar la visión pesimista sobre el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular para los pequeños países insulares en desarrollo.
«Tenemos la responsabilidad de la supervivencia y la continuación de la existencia de la vida en este planeta que ninguna otra generación de líderes tuvo», aseguró.
¿Acaso este es el legado queremos dejar?, se preguntó al hacer una reseña sobre el panorama sombrío que dejan las inversiones crecientes en armas y su tráfico, los conflicto armados, los asesinatos y la violencia, flagelos que comparten los territorios del Caribe, afirmó Rowley.
En su opinión, urge hacer una reflexión profunda camino a la COP28 que de como resultado una vía aceptable para todos.
«Exhortamos a los países desarrollados a la segunda reposición del Fondo Verde del clima; si se pueden cumplir estos compromisos en su totalidad, más bien pronto que tarde, ayudaría a reconstruir la confianza y la solidaridad global sobre todo para el sur global», aseguró.
En otra parte de su intervención, el primer ministro de Trinidad y Tobago invitó a la comunidad internacional apoyar la cuarta Conferencia Internacional de los pequeños estados insulares para «que nadie se quede atrás».
La crisis económica global, indicó, ha golpeado sobre todo al mundo en desarrollo y los pequeños países insulares y vecinos sufrimos los impactos más graves de esa consecuencia socioeconómica.
En ese sentido, llamó a apoyar «un modelo global ambicioso que lleve a alcanzar las ambiciones de desarrollo sostenible».
Otro momento de su discurso lo dedicó a abordar la compleja situación en Haití, la cual, a su juicio, necesita desesperadamente una solución específica porque “es una nación que merece progreso y sostenibilidad”.
rgh/mmc