A casi 11 meses de vacío de poder, el miembro del bloque Lealtad a la Resistencia subrayó que ninguna alianza en el Parlamento tiene la capacidad de asegurar el quórum necesario de 86 representantes para celebrar las sesiones y también hay dificultades para garantizar 65 votos en la segunda vuelta.
En este sentido, enfatizó que el diálogo y el entendimiento son necesarios para llegar a la designación del nuevo Presidente de la República, una prioridad nacional para el funcionamiento del trabajo en las instituciones.
De acuerdo con el diputado, los proyectos del otro equipo alientan la división bajo el título de federalismo y sus consignas constituyen lo opuesto a la coexistencia pacífica entre los libaneses.
Al respecto, indicó que lo más peligroso del programa político de los opositores es la clara declaración negativa de los elementos del poder en el país.
Desde el 31 de octubre pasado, Líbano enfrenta las problemáticas de la cuarta etapa de vacancia presidencial después de su independencia, a la luz de discrepancias políticas internas, injerencia extranjera y agudización de las condiciones de vida de los pobladores.
El 14 de junio último, el Parlamento repitió el mismo guion de las 11 sesiones anteriores y hasta el momento ningún representante de la comunidad cristiana maronita cuenta con el apoyo de la mayoría de 128 diputados para ocupar el cargo de jefe de Estado.
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