Al presentar la reedición del libro Después del derrumbe. Conversaciones de Torcuato Di Tella y Néstor Kirchner, la exjefa de Estado señaló que este país vive un momento muy difícil y es necesario que cada uno tome conciencia de la situación para que pueda elegir libremente en los comicios generales del venidero 22 de octubre.
Entre los problemas existentes mencionó la economía bimonetaria, el altísimo endeudamiento en dólares y la presencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), que actúa como auditor permanente e impone planes inconsistentes para el bienestar de esta nación, orientados a apoderarse el día de mañana de los recursos naturales.
Debemos discutir todo esto en serio. Si no lo hacemos nosotros, vendrán de afuera a imponernos condiciones. Tenemos, desde el campo popular y nacional, que articular los intereses para no tornar indefendible el rol del Estado, afirmó.
Aseguró que el bimonetarismo no se soluciona poniendo la cara de George Washington (expresidente estadounidense) en los billetes, al referirse a la propuesta del candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, de dolarizar la economía nacional.
Quiero que esta siga siendo nuestra casa. Mi país es Argentina. Tenemos que cambiar y mejorar, pero no destruyéndolo, aseveró.
Por otra parte, denunció las agresiones, la persecución judicial y campañas difamatorias en su contra.
Piensan que denostándome y atacándome me van a acabar, pero no me conocen. Muerta o presa, no me importa, pero no me voy a callar nunca, sentenció ante cientos de personas reunidas en las afueras de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo de esta capital.
Antes, durante la presentación del texto, recordó la gestión de su compañero de vida y exmandatario.
El 2003 fue un punto de inflexión en el período democrático, justo cuando se había derrumbado el modelo neoliberal que empezó en 1976. Néstor recibió el default de deuda soberana más grande, el FMI, las jubilaciones congeladas, un 22 por ciento de desocupación y la industria destruida, indicó.
Se puso a trabajar. Reestructuró la deuda, le pagó al FMI y a quienes quedaron atrapados por el llamado corralito (restricciones a la extracción de depósitos bancarios). Comenzó el período más largo de un espacio político y completamos tres períodos consecutivos de gobierno, añadió.
Además, explicó que, tras sus dos mandatos como Presidenta (2007-2015), entregó un país con un bajísimo nivel de endeudamiento, pero en 2019 el Frente de Todos recibió de Mauricio Macri la herencia de reinstalación del modelo neoliberal y al FMI de vuelta.
npg/gas
