En conjunto, el sector del transporte marítimo contribuye con casi el 3,0 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero de acuerdo con un reporte de la Unctad.
La secretaria general de la Unctad, Rebeca Grynspan, declaró en un comunicado de prensa que el transporte marítimo necesita descarbonizarse lo antes posible, al tiempo que se garantiza el crecimiento económico.
Equilibrar la sostenibilidad medioambiental, el cumplimiento de la normativa y las exigencias económicas es vital para un futuro próspero, equitativo y resistente para el transporte marítimo, acotó Grynspan.
A principios de enero de 2023, los buques comerciales tenían una edad media de 22,2 años y más de la mitad de la flota mundial tiene más de 15 años.
A medida que aumenta la edad media de los navíos, la Unctad expresó su preocupación por el hecho de que los combustibles alternativos aún no están disponibles a escala y son más costosos, y las naves que pueden utilizarlos también son más costosas que las tradicionales.
Los armadores enfrentan el dilema de renovar su flota sin claridad sobre la tecnología y los regímenes normativos, y las terminales portuarias también tienen retos similares, sobre todo en lo que respecta a las decisiones de inversión.
Un 98,8 por ciento de la flota mundial utiliza combustibles convencionales, como fuelóleo pesado, fuelóleo ligero y gasóleo/gasóleo.
Según el informe, sólo el 1,2 por ciento utiliza combustibles alternativos, principalmente gas natural licuado (GNL) y en menor medida baterías/híbridos, gas licuado de petróleo (GLP) y metanol.
A pesar del dilema, se está avanzando, pues el 21 por ciento de los buques encargados actualmente están diseñados para funcionar con combustibles alternativos, en particular GNL que representa el 52,1 por ciento, batería/híbrida (39,9), GLP (5,5), metanol (3,4) e hidrógeno (0,3), señaló la investigación.
La Organización Marítima Internacional fijó el objetivo de lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en torno a 2050.
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