El reporte del experto independiente William O’Neill que visitó el país caribeño a mediados de año mostró un panorama desolador para la nación donde se registraron 951 casos de secuestros, la mayoría de ellos en esta capital y sus ciudades vecinas, cuatro veces más que en 2022.
Las bandas, indica el texto, que nacieron como milicias contratadas por políticos y empresarios para su propia seguridad, evolucionaron hasta convertirse en grupos autónomos que controlan grandes extensiones de territorio y estarían detrás de al menos 32 asesinatos de policías ocurridos durante el 2023.
O’Neill, quien aboga por una intervención internacional urgente, señaló asimismo que el Palacio de Justicia de Puerto Príncipe está ocupado desde 2021 por las pandillas que han convertido en “insoportable” la vida en la capital y otras zonas.
El informe denuncia, además, que los grupos criminales reciben armas por vía marítima desde Florida y en menor medida desde la vecina República Dominicana, al tiempo que deploró su brutalidad.
Ante esta situación se incrementaron los linchamientos de supuestos integrantes de bandas por parte de los ciudadanos que también organizaron brigadas barriales de autodefensa. Un movimiento que, para el experto, “muestra la falta de confianza de la población en el Estado”.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, afirmó en un comunicado que, con el apoyo y la determinación de la comunidad internacional, el pueblo haitiano puede afrontar esta grave inseguridad y buscar una manera de salir del caos.
Para ello estima necesario impulsar una misión multinacional de apoyo a la seguridad para ayudar a la Policía, cuyos 13 mil agentes apenas representan la mitad de lo recomendado para un país de 11 millones de habitantes.
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