Barroso sucederá a la magistrada Rosa Weber, quien llegó a su jubilación obligatoria por tener 75 años. La jueza estaba en el cargo desde el 12 de septiembre de 2022.
La sucesión al mando del STF sigue el orden de la antigüedad. De esta forma, el vicepresidente es el probable sucesor de quien ocupa actualmente el cargo, en el caso, el ministro Edson Fachin.
De 65 años, Barroso ocupó una vacante en el Supremo en 2013, indicado por la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016).
El doctor en derecho público por la Universidad del estado de Río de Janeiro y profesor titular de derecho constitucional en la misma institución realizó una maestría en la Universidad de Yale (Estados Unidos) y un posdoctorado en la de Harvard.
Trabajó, además, como profesor visitante en las universidades de Poitiers (Francia), Breslavia (Polonia) y Brasilia.
El juez también es autor de diversos libros sobre derecho constitucional y fue procurador de Río.
Aun como abogado, Barroso tuvo actuación en casos importantes del Supremo, como la liberación de investigaciones con células madre embrionarias y la prohibición del nepotismo en el Poder Judicial.
Intervino en la defensa del reconocimiento de las uniones homoafectivas y el derecho de la gestante a interrumpir el embarazo en caso de feto anencéfalo (sin cerebro).
Durante 10 años en el STF, el magistrado fue ponente de procesos de gran repercusión, como el establecimiento de restricciones para el acceso a las tierras indígenas.
Participó en la suspensión de desalojos y desocupación en las zonas urbanas y rurales debido a la Covid-19.
Defiende en muchas tribunas una mayor representación de las mujeres en las cortes de justicia de Brasil.
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