La contravención a los mentados bienes se debió a que el país caribeño no certificó que el pescado capturado por buques locales, y exportado a los países de la UE, no proviene de actividades ilegales. Como resultado, la Comisión Europea (CE) incluyó a Trinidad y Tobago como nación no cooperante en la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
Tras la decisión, el ministerio trinitense divulgó en un comunicado que trabaja con otros organismos y partes interesadas regionales e internacionales, para garantizar que el marco legal necesario y los mecanismos de seguimiento, control y vigilancia estén implementados a nivel local en pos de cumplir con los requisitos establecidos.
“Solo el 0,022 por ciento de las exportaciones pesqueras de Trinidad y Tobago están destinadas a la UE”, detalló la institución en la comunicación difundida por el medio Newsday.
Describió la exportación de productos pesqueros, particularmente a la UE, como un tema complejo, pero reiteró su apoyo a la pesca sostenible.
El país caribeño recibió una advertencia en abril de 2016, pero el Comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca de la UE, Virginijus Sinkevičius, declaró que esto fue elevado a una “tarjeta roja” después de que no se tomaron medidas suficientes para abordar las preocupaciones del bloque.
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