El portavoz del gabinete armenio, Nazeli Bagdasarián, publicó en redes sociales que su país acogió 84 mil 770 desplazados karabajíes para las 8:00 hora local de este viernes.
Previamente a la escalada más reciente, Armenia estimaba en torno a 120 mil la población de Nagorno-Karabaj.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, ha asegurado en múltiples ocasiones que los armenios de Nagorno-Karabaj tendrán los mismos derechos que los demás ciudadanos ahora que Bakú ha recuperado pleno control sobre la región separatista.
Un asesor de Aliyev, Hikmet Hajiyev, constató sin embargo la semana pasada que la integración de los armenios karabajíes en la vida económica, política y social de Azerbaiyán tropezará con dificultades y habrá quienes decidan irse.
Por su parte, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, pidió el 24 de septiembre establecer mecanismos eficaces para proteger a los armenios de Nagorno-Karabaj de las limpiezas étnicas, y advirtió de que el éxodo podría ser la única vía para salvar sus vidas e identidad.
Armenia y Azerbaiyán libraron dos guerras por Nagorno-Karabaj desde que ese territorio, de población mayoritariamente armenia, decidió separarse en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
La primera, en 1992-1994, terminó con la victoria de los secesionistas; durante la segunda, en 2020, Bakú recuperó varios distritos y el dominio militar sobre el terreno.
El pasado 19 de septiembre, Azerbaiyán anunció el inicio de una «operación antiterrorista» en el enclave para lograr «la retirada de las tropas armenias» de ese territorio. A su vez, Ereván negó la presencia de sus tropas en la región y tachó la operación de «agresión» contra el pueblo de Nagorno-Karabaj.
Al día siguiente, el Ministerio de Defensa azerbaiyano anunció que se había llegado a un acuerdo sobre una tregua en Nagorno-Karabaj, cuyas condiciones incluyen, en particular, el desarme y la disolución de las formaciones ilegales armenias en la región.
Representantes de Azerbaiyán y de la comunidad armenia de Nagorno-Karabaj celebraron desde entonces varias rondas de consultas centradas en temas de la reintegración.
La más reciente espiral de violencia en Nagorno-Karabaj costó la vida a 192 militares azerbaiyanos y dejó heridos a otros 512, según el Ministerio de Salud del país caucásico.
El 28 de septiembre, el presidente de la autoproclamada República de Nagorno-Karabaj, Samvel Shajramanián, anunció que esta entidad rebelde dejará de existir a partir del 1 de enero de 2024.
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