En un mensaje publicado en su cuenta en X, el máximo representante de la ONU condenó los hechos reportados este viernes y llamó a los responsables a rendir cuentas.
«Es aborrecible que estos ataques tuvieran como objetivo a personas durante ceremonias religiosas pacíficas», escribió.
De acuerdo con reportes de prensa, tres mezquitas fueron atacadas en la nación asiática cuando los feligreses conmemoraban el cumpleaños del profeta Mahoma.
Hasta el momento, la cifra de muertos supera el medio centenar mientras que los heridos se estiman en decenas.
Sin embargo, las autoridades aseguran que esos números podrían aumentar mientras avanza la búsqueda de víctimas bajo los escombros.
El primer atentado ocurrió contra una mezquita de la ciudad de Mastung, en la provincia suroccidental de Baluchistán, con al menos 52 personas muertas y más de 60 heridos.
Horas después de la primera detonación suicida, hubo otra explosión en una mezquita en Khyber Pakhtunkhwa, provincia fronteriza con Afganistán.
El tercer ataque, en tanto, tuvo ugar a las afueras de una mezquita de Peshawar, en la misma región, durante las oraciones de este viernes.
Hasta el momento, ningún grupo se ha atribuido la autoría de los hechos.
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