El fin de septiembre evidenció nuevamente el fracaso de las oportunidades hacia alcanzar un consenso entre las partes en disputa y acudir así a una sesión para elegir al próximo jefe de Estado de la República.
Para muchos, el impasse en el proceso sugiere una prolongación de la vacancia de poder similar a lo ocurrido en 2016 cuando Michel Aoun requirió de 46 convocatorias legislativas para completar el quórum y poner fin a 888 días sin presidente.
En este contexto, el titular del Parlamento, Nabih Berri, afirmó estar dispuesto a apoyar y facilitar la misión de todo aquel presto a ayudar a Líbano, como realizaron antes los enviados Jean-Yves Le Drian, de Francia, y Jassim bin Fahd Al Thani, de Qatar.
Ambos asesores especiales llegaron a Beirut en representación del comité de cinco naciones interesadas en el expediente presidencial libanés (Francia, Qatar, Estados Unidos, Egipto y Arabia Saudita) y más allá de los contactos con bloques, diputados y dirigentes, sus posiciones están distantes de cualquier salida.
Por otra parte, el escenario regional también ejerce su influencia sobre la realidad levantina, luego de las negociaciones entre Irán y Estados Unidos, las conversaciones Arabia Saudita-Yemen, así como un posible acercamiento de Riad y Tel Aviv.
Las diferencias entre los principales partidos cristianos Corriente Patriótica Libre y Fuerzas Libanesas impide la designación del líder del movimiento Marada, Suleiman Franjieh, candidato apoyado por el dúo chiita Hizbulah y Amal.
De acuerdo con expertos, el abandono de las nominaciones de Michel Moawad y Jihad Azour dejó a los maronitas sin una opción clara para hacer frente a Franjieh, con gran apoyo de las fuerzas activas.
Al respecto, el miembro del bloque Encuentro Democrático Wael Abu Faour confirmó que la presidencia no parece inminente a pesar de las numerosas iniciativas, que a veces coinciden y otras no.
En esta misma línea, el diputado Walid Al-Baarini subrayó que quienes influyen en las elecciones están preocupados por sus intereses personales y no por el sufrimiento del pueblo.
A propósito, destacó la necesidad de cooperación para evitar la siguiente etapa, que podría ser muy difícil para los libaneses, y convocó a nombrar al nuevo mandatario lo más rápido posible.
Por su parte, el jefe del bloque Baalbek-Hermel, Hussein Haj Hassan, calificó de difícil la situación tras la negativa al diálogo y la constante obstrucción extranjera.
Tras 12 sesiones parlamentarias fallidas desde septiembre de 2022, ningún candidato cuenta con la mayoría de 65 diputados y las consultas entre los bloques intentan lograr el consenso requerido.
Desde el primer mandatario de la República, Bechara El Khoury (1943-1952), Líbano enfrentó vacíos constitucionales en los períodos de 1989, 2007-2008 y 2014-2016, además del asesinato de dos presidentes: Bachir Gemayel (1982) y Rene Moauad (1991).
La continuidad de la vacancia presidencial profundiza la crisis económico-financiera, política y social en la nación de los cedros, bajo un gobierno interino y en medio de las repercusiones del desplazamiento sirio, además de la persistente violación israelí a su soberanía.
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