A propósito de la ceremonia con motivo de la reanudación de la actividad judicial en los Juzgados y Tribunales, Henry admitió las “proporciones alarmantes” de esos fenómenos que dejan el campo libre a prácticas arbitrarias.
Las cifras de prisión preventiva prolongada siguen siendo demasiado elevadas, a pesar de los esfuerzos que se realizan para paliar este grave problema, dijo el jefe de Gobierno.
También alentó a los letrados a respetar los principios éticos y deontológicos que caracterizan el ejercicio de su profesión, al tiempo que los convidó a realizar diariamente el esfuerzo necesario para que triunfe la justicia.
“Les recuerdo que el Estado de derecho, con el que todos soñamos, no verá la luz sin una justicia fuerte, equilibrada, justa e imparcial, a la altura de las exigencias de la nación haitiana”, insistió el primer ministro.
Aseguró que cuenta con todos los que contribuyen a cualquier nivel para que la población recupere la confianza en el sistema judicial, y mejor aún, para que nadie tenga la tentación de tomarse la justicia por sus manos.
Ello en relación con el movimiento Bwa Kale, iniciado a finales de abril de este año, que ya linchó a cientos de presuntos integrantes de pandillas, la mayoría en esta capital y otros departamentos como Artibonite, situado al noroeste de Puerto Príncipe.
El pasado año judicial estuvo marcado por las repetidas huelgas del personal de la justicia, que paralizaron durante meses el trabajo en juzgados y tribunales.
Además, el poco avance en investigaciones medulares como el asesinato del presidente Jovenel Moïse y otros casos notorios que refuerzan la impunidad de los perpetradores.
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