Decenas de miles de personas acompañaron a los sobrevivientes y familiares de los más de 300 asesinados aquel aciago día a manos de militares y complacencia del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.
Fue ante un mundo que lo vivió todo porque México era centro de atención por las olimpiadas de 1868 que marcaban la primera de sus justas en América Latina.
Félix Hernández Gamundi, sobreviviente y quien fuera líder del movimiento estudiantil, dijo en la masiva concentración en el Zócalo capitalino que la matanza del 2 de octubre de 1968 constituye un gran estallido de la conciencia de la juventud y del pueblo mexicano.
“Tlatelolco es un sitio de memoria porque ahí el viejo régimen puso el principio de su fin”, sostuvo. En el mitin, reiteraron su exigencia de que los perpetradores sean juzgados, aunque ya hayan muerto.
Hernández Gamundi aseveró que Tlatelolco es donde el gobierno mostró “todo aquello de lo que era capaz y de lo que no».
No era capaz de escuchar al pueblo y de atender las demandas populares, ahí ante la fuerza de un movimiento que se había desarrollado impetuosamente, de manera desafiante y el despertar de una nueva conciencia, inició una nueva forma de hacer política y el viejo régimen comenzó a irse para abajo.
Frente a Palacio Nacional, se refirió también a los otros hechos violentos que han marcado al país: el 10 de junio de 1971, la guerra sucia, y el priismo siguió golpeando. Es muy larga la historia de los agravios y así llegamos al 26 de septiembre en 2014 con la noche de Iguala, en Guerrero y los 43 normalistas.
Todos estos crímenes, dijo, son una gran herida en el corazón y en la conciencia de los mexicanos, porque aún hoy permanecen impunes y ésta ha llevado por una ruta al país que permanece al día de hoy, en la cual vamos enfrentando cada vez nuevos retos para defender la libertad.
Si no vencemos a esta impunidad la violencia continuará y, como en el caso de Ayotzinapa, en esta lucha también hay una exigencia a la Secretaria de Defensa Nacional para que entregue los documentos que tiene de Tlatelolco.
Antes del mitin, el respetado Comité 68, integrado ya por adultos mayores, volvió a encabezar la toma de las calles para rememorar la masacre estudiantil de la Plaza de las Tres Culturas hasta el Zócalo.
La movilización se inició minutos después de las 16:00, hora local, hora de los hechos, con el apoyo de instituciones académicas como las Universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma Metropolitana, Autónoma de la Ciudad de la Ciudad de México, el Instituto Politécnico Nacional, entre otras; así como asociaciones civiles y sindicales.
Los concentrados en la plaza repudiaron a los grupos encapuchados infiltrados que lanzaron bombas molotov, pero no lograron romper el contenido pacífico del homenaje a las víctimas de Tlatelolco.
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