El recorrido tuvo como objetivo identificar las necesidades humanitarias tanto de las personas que permanecen como de las que se encuentran en movimiento, dijo en conferencia de prensa el portavoz de António Guterres, Stéphane Dujarric.
La misión visitó el domingo la ciudad de Khankendi para reunirse con personas y representantes de la comunidad y comprobar de primera mano la situación en materia de salud y educación.
El equipo aseguró que no vio daños en la infraestructura pública civil, incluidos hospitales, escuelas y viviendas, ni a edificaciones culturales y religiosas o en la zona agrícola del área visitada aunque alertaron de la falta de locales abiertos.
El Gobierno de la República de Azerbaiyán se estaba preparando para la reanudación de los servicios de salud y otros básicos en la ciudad, aseguraron.
Los representantes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) citaron testimonios de locales que estiman entre 50 y mil las personas de etnia armenia que permanecen en Nagorni Karabaj luego de que más de 100 mil abandonaran la zona.
«Nuestros colegas quedaron impactados por la forma repentina en que la población local huyó de sus hogares y el sufrimiento que la experiencia debió causarles», dijo Dujarric al respecto.
La ONU dijo que no encontró ninguna información que confirmara el uso de violencia contra civiles tras el último alto el fuego.
El equipo adelantó futuras visitas a la región y reconoció la necesidad de reconstruir la confianza, proceso que requerirá tiempo y esfuerzo de todas las partes.
La ONU continúa su apoyo a los recién llegados a los centros de acogida en Armenia, agregó el portavoz al anunciar la llegada durante el fin de semana de camiones con suministros de la agencia para refugiados del organismo (Acnur).
Se esperan 15 camiones adicionales de Acnur en los próximos días, que traerán más artículos como mantas, camas y utensilios de cocina para unos siete mil refugiados en total.
En tanto, el Programa Mundial de Alimentos ha proporcionado más de cinco mil raciones de comida en las zonas de los centros de registro recientemente, así como loncheras para unos 600 refugiados en Kapan y Parakar.
Esa misma entidad apoya los esfuerzos de las autoridades de Syunik para satisfacer las necesidades alimentarias de las personas afectadas.
«Se están adquiriendo fondos para apoyar la siguiente fase de la respuesta en coordinación con el Gobierno», adelantó el portavoz.
Otras asociaciones de la ONU como el Fondo para la Infancia y el Fondo de Población mantienen su aporte en el terreno.
ro/ebr