La resolución, aprobada este lunes en el Consejo de Seguridad del organismo mundial, responde a una larga petición del Gobierno haitiano ante la escalada de violencia de las pandillas, responsables de más de dos mil 400 asesinatos y casi un millar de secuestros en lo que va de año.
“Se trata de un paso positivo y decisivo para llevar la paz y la estabilidad al país”, aseguró Salvador en un comunicado.
Aclaró que, a diferencia de anteriores misiones desplegadas en la nación, la recién aprobada no será liderada por Naciones Unidas, no obstante, la Binuh prestará apoyo dentro de los límites de su mandato y en el pleno respeto de las decisiones del Estado de Haití, así como de la política de diligencia debida en materia de derechos humanos.
El calendario del despliegue aún está por definir y el país que liderará la iniciativa, aunque a finales de julio Kenya aseguró que podría estar al frente de la misión, así como se comprometió con ofrecer mil policías para tal esfuerzo.
Salvador alentó a todos los actores políticos a dar muestras de responsabilidad y espíritu de compromiso para salir del punto muerto y recordó que Haití se enfrenta no solo a una emergencia de seguridad, sino también humanitaria y socioeconómica.
“El mundo político haitiano debe estar a la altura de los desafíos a los que se enfrentan el país y su pueblo”, acotó.
La resolución fue adoptada con 13 votos a favor y dos abstenciones, Rusia y China, quienes expresaron el temor de que el nuevo despliegue podría derivar en una forma de injerencia.
La misión internacional tiene el objetivo de prestar apoyo operativo a la policía haitiana en su labor de luchar contra las bandas y mejorar la situación de seguridad en la nación caribeña, asolada por los secuestros, la violencia sexual y de género, la trata de seres humanos y el tráfico ilícito de migrantes.
A estos delitos, se suman el contrabando de armas, homicidios, ejecuciones extrajudiciales y el reclutamiento de menores por grupos armados y redes delictivas, señaló el texto.
También proporcionar ayuda para garantizar la seguridad de las infraestructuras críticas y puntos de tránsito como aeropuertos, puertos, escuelas, hospitales y principales intersecciones.
En octubre de 2022, ante la escalada violenta y el bloqueo de la principal terminal petrolera del país por las pandillas, el primer ministro Ariel Henry solicitó a la ONU el despliegue inmediato de tropas extranjeras.
Pese al agravamiento de la situación, fuerzas de la oposición y progresistas criticaron el llamado de intervención de Henry, a quien señalan por su presunta falta de legitimidad, mientras recordaron los resultados poco convincentes de pasadas ocupaciones, marcadas por escándalos de abuso sexual e introducción del cólera.
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