Tal medida de paralización fue adoptada el domingo y anunciada este lunes por Santo Antonio Energía, operador de la unidad que lleva el nombre de la empresa.
La hidroeléctrica abastece varias regiones del país. Con 50 turbinas, tiene una potencia instalada de 3.568 megavatios (MW).
Hasta la fecha, los niveles de caudal del Madeira están 50 por ciento por debajo del promedio histórico, según la compañía.
Esta es la segunda vez que la hidroeléctrica para las operaciones. La primera fue en 2014, durante una de las mayores crecidas del afluente.
Santo Antonio alega en una nota que la interrupción busca «preservar la integridad de las unidades generadoras de la hidroeléctrica», pues la cantidad de agua es muy poca para el funcionamiento de las turbinas.
Asegura que no existe riesgo inminente de falta de suministro de energía eléctrica para los estados de Rondonia y Acre, que más dependen de la hidroeléctrica en cuestión.
También, precisa, porque Rondonia está integrada al sistema nacional de energía eléctrica, lo cual permite que otros recursos de generación, provenientes de diferentes fuentes y regiones, puedan suplir la demanda de la zona, garantizando así la continuidad del suministro.
Porto Velho, capital de Rondonia, que queda al margen del río Madeira, está en estado de alerta a causa de la seca, que comenzó en agosto y debe terminar en diciembre.
La sequía severa en la región norte del país llevó a Manaos, capital del estado de Amazonas, a decretar situación de emergencia el 28 de septiembre.
Canales naturales y lagos que cortan la ciudad están secando. La calamidad afecta comunidades ribereñas, que sufren de falta de alimentos y agua potable.
De los 62 municipios de Amazonas, solo dos no se han visto afectados por la sequía histórica. Además de Manaos, 16 ciudades decretaron emergencia, otras 38 están en estado de alerta y cinco en atención.
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