En declaraciones al diario La Prensa, el director de Áreas Protegidas y Biodiversidad del Ministerio de Ambiente, José Victoria, indicó que las cuatro rutas migratorias que se han identificado en el Parque Natural del Darién han llevado a la pérdida de al menos ocho hectáreas producto de la deforestación.
Ante esta situación, científicos del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, la Universidad Tecnológica de Panamá, la Universidad de Panamá y el Centro de Investigación de Vacunas, entre otros, han fijado su mirada en la provincia.
Los expertos centran su análisis, dijo, para detectar casos febriles de arbovirus selváticos-que pueden transmitirse de persona a persona por los mosquitos-, como encefalitis.
En las dos últimas décadas, un conjunto creciente de evidencias científicas sugiere que la deforestación da lugar a una sucesión de eventos complejos que crean las condiciones idóneas para un amplio abanico de patógenos.
Un ejemplo de la situación es que en agosto pasado se reportaron dos casos de encefalitis equina del este en el corregimiento Manuel Cémaco, en la provincia de Darién, cuando desde el 2019 no se reportaban casos de este tipo.
Por su parte, el director ejecutivo del Centro de Investigación de Vacunas, Rodrigo De Antonio, manifestó que en la zona estarán realizando estudios de vigilancia epidemiológica integrando detección en animales, vectores y humanos.
Es un reto brindar seguimiento a los casos febriles en los caminantes, debido a que ellos llegan a un punto de la selva de Darién por dos o tres días, además por la falta de medicamentos para el tratamiento de estas enfermedades, según un comunicado del Ministerio de Salud.
Los últimos datos del Servicio Nacional de Migración indican que por esa área boscosa han pasado más de 400 mil migrantes irregulares, cuando en todo el 2022 cruzaron por la selva 248 mil 283.
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