En la reunión de tres días participan representantes de gobiernos, instituciones internacionales, académicos y miembros de la sociedad civil que trabajarán en cinco paneles de discusión y análisis.
Al iniciar la sesión José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), hizo un recuento del panorama actual en el área, caracterizado por un crónico bajo crecimiento.
No se trata sólo del impacto de la crisis sanitaria del 2020, dijo el funcionario, sino de un problema que nos afecta desde hace mucho tiempo y se mantendrá en el futuro inmediato.
En la década de 2014-2023 los países del área crecieron como promedio 0,8 por ciento anual, lo cual significa menos de la mitad de lo conseguido durante la llamada década perdida de los 80 del siglo pasado, afirmó.
Para 2023 el alza del Producto Interno Bruto será de 1,7 puntos y un año después bajará a 1,5, señaló Salazar-Xirinachs, y aclaró que no hay muchas esperanzas de recibir un empuje de la economía mundial y ante eso los países deben redoblar esfuerzos en materia de desarrollo.
Aquí, precisó el secretario ejecutivo de la Cepal, están reunidos los ministerios de Desarrollo Social y organismos semejantes, responsables de llevar adelante el combate a la pobreza, la desigualdad, la discriminación y por el acceso a servicios básicos.
El reto, afirmó, es cómo alcanzar una institucionalidad sólida, flexible, capaz de responder a los cambios por las crisis en cascada que afectan a la región.
Samantha Marshall, ministra de Salud y Medio Ambiente de Antigua y Barbuda, se refirió al impacto generado por la pandemia global de la Covid-19 y el cambio climático, que crean mayor vulnerabilidad en los países más expuestos.
Durante la reunión se eligió a Chile, país anfitrión, como presidente de la Quinta Conferencia, cargo que asumió la ministra de Desarrollo Social y Familia, Javiera Toro.
Acerca del encuentro dijo que las desigualdades estructurales mantienen brechas en el acceso cualitativo a los bienes sociales y hace falta construir políticas donde las personas estén en el centro.
Recordó que en América Latina y el Caribe hay un proceso de envejecimiento de la población y en algunos países, como Chile, los ingresos y ahorros de los adultos mayores no son suficientes para tener una vida digna y cubrir los servicios de cuidado.
Por su parte, la directora regional del Programa de la ONU para el Desarrollo, Linda Maguire, puntualizó que la región y el mundo están en un momento crucial, a mitad del camino para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Debemos, dijo, diseñar sistemas de protección social universal, inclusiva y sostenible, así como promover la transparencia con la participación ciudadana y la rendición de cuentas.
“El desafío no es sólo la falta de recursos, sino cómo y dónde se gastan, quienes se benefician de ellos y quienes no”, señaló.
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