De acuerdo con estimaciones del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), uno de cada cuatros centros escolares en la nación permanecen cerrados, mientras que al menos 230 sirven actualmente como refugios temporales para más de 52 mil personas desplazadas.
Las estadísticas de Unicef confirman el panorama desolador para el acceso a la educación en el país.
De otro lado, en medio del conflicto más de 3,8 millones de niñas y niños acceden a la escolaridad apoyados por iniciativas conjuntas de las entidades de la ONU y el Gobierno.
Unicef y el Ministerio de Educación de Burkina Faso han ayudado a más de 760 mil niños para acceder a la educación formal así como a estrategias de escolarización acelerada y formación profesional y educación por radio.
Naciones Unidas calcula que alrededor de 5,5 millones de hombres, mujeres y niños necesitan asistencia humanitaria en Burkina Faso, de los cuales 3,2 millones son menores.
Las necesidades de Unicef para ese país, que superan los 226 millones de dólares, sólo están financiadas en un 13 por ciento mientras que la solicitud general de asistencia humanitaria apenas está financiada en un 32 por ciento.
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