De acuerdo con un informe publicado este miércoles por el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat), en esa etapa analizada se produjo un estancamiento del consumo final nacional y una disminución del 1,7 por ciento de la inversión fija bruta respecto a las cifras registradas de enero a marzo de este año.
Por otra parte, las importaciones se mantuvieron estacionarias, mientras que las exportaciones disminuyeron un 0,6 por ciento, a la vez que la demanda nacional, neta de inventarios, restó 0,4 puntos porcentuales a la variación del PIB.
Se registró un aporte positivo del 0,1 por ciento para el consumo de las familias y de las instituciones sociales privadas y contribuciones negativas tanto de las inversiones en renta fija bruta como de la Administración Pública, calculadas en 0,4 y 0,2 puntos porcentuales, respectivamente.
Por otro lado, la variación de los inventarios contribuyó positivamente a la variación del PIB en un 0,3 por ciento, frente a una contribución negativa de la demanda externa neta de 0,2 puntos porcentuales.
Se observaron tendencias económicas negativas en cuanto al valor añadido en todos los principales sectores de producción, con una disminución en la agricultura, la industria y los servicios de 1,4; 1,2 y 0,1 por ciento, respectivamente, agrega la fuente.
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