Cortizo la bautizó como la “jungla de la muerte”, en un breve encuentro con la prensa, previo a una reunión binacional para acordar de qué manera administrar los flujos de migrantes que recorren esa zona selvática limítrofe con Colombia, por la que han transitado en este año 406 mil personas, incluidos niños.
Chaves, por su parte, la caracterizó como una jungla verde, el infierno para los seres humanos en condiciones desafiantes.
Ambos mandatarios coincidieron, además, en hacer extensivo a los presidentes de países emisores, de paso y de destino que visiten el Darién y conozcan de cerca la realidad que viven aquellos que decidieron salir de sus países y seguir la ruta hacia los Estados Unidos y Canadá.
En todos estos años, y en especial éste, hemos visto robos, violaciones, familias muertas, niños ahogados, describió Cortizo. Es un verdadero viacrucis, dijo.
Vienen engañados de que es una travesía sencilla de par de días. No, es una travesía de hasta ocho días los que logran llegar porque hay hasta suicidios, lamentó el mandatario panameño.
Para el presidente Chaves, el objetivo del encuentro binacional es ayudar a este grupo enorme de personas, sin que afecte a las poblaciones de los países de tránsito. Tenemos que manejar un acuerdo entre los países involucrados.
A su juicio, es necesario conocer cuántos van a recibir los países receptores, y qué tipo de personas. Colombia, que es el puente de entrada, nos puede ayudar a preseleccionar, sugirió Chaves, al argumentar que queremos saber quiénes tendrán algún grado de éxito al lograr entrar mediante las políticas migratorias de esos países, ayudar a seleccionar, subrayó.
Tener a estas personas requiere inversiones y decisiones de políticas públicas conjuntas, desde Canadá hasta Ecuador, sino, habrá una gran desorganización, caos, una tragedia dantesca, pues con la llegada a Centroamérica, comienza otra parte del camino, acotó.
Consideró Chaves, entonces, que es necesario llamar a la comunidad internacional para unirse, y que llegó el momento de actuar de manera conjunta y coordinada, e invertir los recursos a proporciones razonables, de acuerdo al impacto de cada país en esta situación.
Visión, sin acción es alucinación, y entonces, cómo lo vamos a hacer, en eso tenemos que ponernos de acuerdo, subrayó.
Previo a este encuentro, Cortizo y Chaves sobrevolaron varios puntos de esta zona y pudieron constatar de cerca la llegada de familias y sus hijos en canoas, para continuar desde Panamá su ruta norte.
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