De acuerdo con las nuevas estimaciones dadas a conocer en un informe de ese organismo multilateral, el volumen del comercio de mercancías crecerá un 0,8 por ciento, lo que representa menos de la mitad del aumento del 1,7 pronosticado en abril.
Con respecto a su previsión de crecimiento del comercio de mercancías para 2024, de un 3,3 por ciento, la OMC indicó que ella prácticamente no ha variado en relación con la estimación precedente.
En cuanto al Producto Interno Bruto (PIB) real mundial, el máximo instrumento rector del intercambio en el planeta calcula que este crezca en el actual año un 2,6 por ciento, y un 2,5 en 2024.
Según el informe, el comercio y la producción se desaceleraron bruscamente en el cuarto trimestre de 2022, ya que los efectos de la inflación persistente y de una política monetaria más estricta se hicieron sentir en los Estados Unidos, la Unión Europea y otras economías.
En informe también refiere entre las causas en ese sentido, el debilitamiento del mercado de propiedades en China, lo cual impidió que se consolidara una mayor recuperación tras la pandemia de COVID-19, a lo que se añaden las consecuencias de la guerra en Ucrania.
Los autores del documento coincidieron en que todos los factores mencionados han ensombrecido las perspectivas del comercio mundial, cuya desaceleración parece ser generalizada, ya que afecta a un gran número de países y una amplia gama de mercancías.
Igualmente concordaron en que el crecimiento del intercambio global deberá repuntar el año próximo, acompañado de un aumento lento pero estable del PIB.
La directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, opinó recientemente que la desaceleración del comercio prevista para 2023 es preocupante, ya que tiene efectos desfavorables para el nivel de vida de la población de todo el mundo.
Además, agregó, la fragmentación de la economía mundial simplemente agravaría estos problemas, y por lo tanto los países miembros del organismo deben aprovechar la oportunidad de fortalecer el entorno comercial, evitando el proteccionismo y fomentando una economía global más resiliente e inclusiva.
La economía mundial, y en particular la de las naciones pobres, tendrán dificultades para recuperarse sin un sistema multilateral de comercio estable, abierto, previsible, basado en normas y equitativo, recalcó la líder de la OMC.
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